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Manantiales y Fuentes de Andalucía

Aljibe del CASTILLO DE CONSTANTINA

Localización

Nombre del manantial/fuente:
Aljibe del CASTILLO DE CONSTANTINA

Pedanía, aldea, paraje o pago:
Cerro del Castillo (Valle de la Osa)

Municipio:
Constantina

Provincia:
Sevilla

Coordenadas UTM (ETRS89):
X: 269327,101    Y: 4195009,132    Huso: 30
Altitud: 604 m
Nombre de la cuenca:
Guadalquivir

Nombre de la subcuenca:
Huesna

Nombre de la masa de agua (si procede):
Sierra Morena (05.45)

Nombre del Espacio Natural Protegido (si procede):
Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, Red Natura 2000 y Reserva de la Biosfera

Procedencia del agua

Nombre del lugar o sierra de donde se supone procede el agua:

Naturaleza de las rocas por donde se supone circula el agua:
Rocas carbonatadas
Rocas detríticas

Tipo de elemento

Aljibe

Descripción

Se trata de un aljibe (Fotos 1,2,3) construido en el siglo XIV de origen probablemente árabe que abastecía al castillo cristiano de la Baja Edad Media ubicado en el nombrado Cerro del Castillo, en el valle de la Osa, al NW de la población de Constantina (Sevilla). Anteriormente a la construcción del castillo se edificó una cerca y el aljibe (Foto 9).

A finales del siglo XV la cerca fue aprovechada como antemural y en su interior se construyó el edificio que vemos actualmente. La construcción fue erigida en tiempos de Rodrigo Ponce de León, por entonces III conde de Arcos, nombrado por Enrique IV de Castilla tenente y alcaide del castillo de Constantina el 3 de mayo de 1466. Tres años después, en 1470, Don Rodrigo recibe por donación real la explotación de las minas del arzobispado de Sevilla y de los obispados de Cádiz, Córdoba y Jaén. Es en este contexto donde debió producirse la construcción del castillo, siendo el aljibe una construcción anterior al castillo.

El aljibe del castillo de Constantina es un depósito de agua constituido por una gran cámara subterránea situado debajo del edificio rectangular construido con muros de tapial que se halla al final de corredor que se dirige desde la entrada de la muralla interior hasta el Patio de Armas del castillo. A la cámara se accede por una escalera que se sitúa a mano derecha tras penetrar en el alcazarejo. Dicha escalera consta de once escalones y es bastante angosta, sólo permite el paso de una persona. Al final de la escalera un vano cubierto por arco de medio punto comunica con el depósito acuífero.

Instalaciones asociadas

Otras: Instalaciones propias del Castillo

Uso del agua

Sin uso
Otro: Sin uso. Históricamente el depósito subterráneo recoge la mayor parte del agua que se precipita en la Plaza de Armas del Castillo (aproximadamente una elipse de 90x60 m y más de 4000 m2 ). Funciona como el impluvium (patio central) de las domus romanas (grandes casas de familias patricias). El agua pasa desde el patio de armas al recinto rectangular que cubre en superficie al aljibe por medio de cinco bocas de abducción situadas en las paredes situadas hacia mediodía y hacia poniente. Desde el suelo de dicho recinto el agua se filtra y se deposita, bastante limpia, en el interior del aljibe por unos orificios circulares de unos 10 cm de diámetro situados en ambas bóvedas (dos en la nave del sur y cuatro en la del norte).

Si la precipitación es muy copiosa supera las paredes de los cuatro brocales que hay en la superficie, el agua cae en el interior arrastrando los materiales que hay en el suelo: restos de plantas, polvo y arena. Esto se percibe perfectamente por las marcas que quedan en las bóvedas y paredes. En todo caso los restos van decantándose y el agua va quedando limpia.

Acceso y uso público actual

Acceso: Permiso Uso público actual: Bajo
Valoración de las instalaciones y facilidad de uso:
Satisfactorias. En octubre de 2022, el Ayuntamiento de Constantina emprendió una serie de obras de accesibilidad y puesta en valor del aljibe subterráneo situado en el Patio de Armas y que aún hoy, con casi siete siglos de antigüedad, mantiene su sistema de recogida y filtrado de aguas. Su acceso se encuentra restringido a labores de mantenimiento. Desde el año 2007, la titularidad de Castillo de Constantina pasó al Consistorio de dicha localidad. Actualmente al aljibe se accede mediante una pasarela de acero inoxidable, madera y unos escalones de tramex (rejillas metálicas galvanizadas). A finales de agosto de 2014, aprovechando el bajo nivel de agua que contenía y antes de que aparecieran las primeras lluvias, un grupo de personas, con respaldo municipal del Área de Urbanismo, pero por loable iniciativa particular, decidían vaciar y limpiar este singular y valioso espacio. La labor les llevó tres días de trabajo. (Web Ayuntamiento de Constantina, octubre 2014). Actualmente el acceso al público es restringido y la puesta en valor y accesibilidad del aljibe del castillo está preparándose para ser próximamente visitable y realizar visitas guiadas dentro de este Conjunto Histórico.

Estado de conservación

Muy bueno

Amenazas, impactos y presiones

Contaminación.

Descripción arquitectónica

El aljibe se compone de dos naves: una situada hacia el sur, que es la que se comunica con la escalera de entrada y otra similar, en paralelo con la anterior, hacia el costado norte. Ambas naves se cubren con bóvedas de cañón y están separadas por una arcada central formada por cuatro arcos de medio punto, sostenidos por tres pilares rectangulares. Los dos arcos exteriores apean directamente en las paredes.

Toda la cámara está excavada en el suelo y sus paredes, bóvedas y arcos están construidos con ladrillos macizos de barro de 28 x 14 x 3 cm. Los paramentos y bóvedas se revisten de un enfoscado que impide que el agua se filtre hacia el exterior. Se trata de un revoco de poco grosor (1 cm aprox.) que se conserva en casi todos los muros y bóvedas, aunque hay zonas en que se han desprendido permitiendo ver los ladrillos de la construcción. Estas pérdidas son más evidentes en las zonas inferiores de las paredes y los pilares.

Las medidas extremas del aljibe son: 9,95 m de longitud y 6 m de anchura. La altura hasta el centro de las bóvedas es de 3,40 m, su capacidad de 212,76 m3. Por otra parte, conocemos con detalle los huecos que existen en las bóvedas y una serie de mechinales distribuidos a distancias similares y a 60 cm del suelo, situados en la pared meridional y en la del oeste de la nave sur que, posiblemente, sirvieran para soportar una plataforma de madera de cuya utilidad no sabemos nada.

La solería del aljibe está hecha con ladrillos de barro similares al empleado en su construcción (28 x 14 cm), separados por juntas de 1 cm de anchura. Tales baldosas están colocadas en forma de espiga. Cada nave dispone de un depósito semiesférico de barro encastrado en el suelo, son dos lebrillos de 53 cm de diámetro. El de la nave sur está íntegro y se sitúa justo debajo de la escalera que da acceso al aljibe. El de la otra nave se sitúa justamente bajo el brocal mayor. Por su posición se deduce que ambos servían para facilitar la extracción del agua por medio de cubos y para facilitar la evacuación del agua cuando se hacía limpieza en el depósito.

Antecedentes históricos

La información aportada en este apartado, está basada en la investigación dirigida por la profesora Magdalena Valor Piechotta en 2006, acerca del que, según ella, sería el aljibe uno de los elementos más primitivos de la fortaleza:

Los resultados de la intervención arqueológica “puntual”, esto es, 6 sondeos estratigráficos y otros estudios (topografía, planimetría, geográfico, geo-arqueológico e históricos) efectuados en el Cerro del Castillo en el año 2006, permitieron datar de manera fehaciente la cronología y las distintas fases de ocupación (Fotos 11 y 12) de este monumento que forma parte del Conjunto Histórico de Constantina. Para desarrollar esta investigación con un equipo interdisciplinar dirigido por la Dra. Magdalena Valor Piechotta, se firmó un convenio entre el Ayuntamiento de Constantina y la Universidad de Sevilla.

I FASE DE OCUPACIÓN O FASE FUNDACIONAL (FASE RODRIGO PONCE DE LEÓN (1466-1478). La ocupación del cerro del Castillo se remonta al siglo XIV (fase de ocupación más antigua). La cámara inferior del aljibe (Valor, 2006) tiene una datación que no procede de los resultados de la excavación arqueológica sino de las fuentes escritas; concretamente la noticia sobre la construcción de un aljibe en 1386 y 1387, según los Papeles de Mayordomazgo (Collantes de Terán, 1968, p.102). El edificio que actualmente vemos emergente data de la ocupación del castillo en el siglo XV (1466-1478) por el noble militar marqués de Cádiz Don Rodrigo Ponce de León (1443-1492), lo que supuso el arrasamiento de las estructuras anteriores y la construcción de un nuevo edificio (Foto 9). Se considera ésta, por tanto, la I fase de ocupación según diversos sondeos arqueológicos, el adosamiento de la plataforma y la apertura de la puerta secundaria, datados de fines del siglo XV.

CASTILLO: En lo que a su estructura arquitectónica se refiere es un unicum en el reino de Sevilla. Su planta ovalada se adapta al cerro que corona, se compone de diez lienzos flanqueados por dos torres ultra-semicirculares a cada lado de la puerta principal de entrada, cinco torres circulares y una plataforma rectangular de hormigón, base de una torre de madera, que es un añadido posterior a la fase 1466/1478. El material constructivo es la mampostería y sólo en vanos y bóvedas encontramos ladrillos rojos de dimensiones 30 x 14 x 5 cm. Sus materiales constructivos, la edilicia (los aparejos), la tipología de las torres [torres circulares desmochadas] y las cortinas corresponden a un mismo momento cronológico. Este edificio, de construcción anacrónica, era suficiente como símbolo de la autoridad de su alcaide y también como refugio de su guarnición militar.

Todas las mamposterías tienen un mortero único: tierra roja con guijarros diminutos, mezclada con cal y agua. La vegetación invasora que cubre el castillo (raíces de las plantas que absorben la cal y convierten en tierra el mortero) constituye el sino del paso del tiempo.

De materiales de acarreo dispone de sillares de caliza y ladrillos de color rojo oscuro que enmarcan los vanos y conforman las bóvedas y cogidos con un llagueado blanco (con mucha cal) y de un grosor entre 2 y 3 cm.

Otro elemento constructivo detectado en el castillo es la madera, conformando adarves de la fortaleza. Este adarve queda descrito en el inventario de la fortaleza realizado después de la marcha de los franceses en 1812 que «por la bera del muro una armazón de madera de castaño y tablas con cuatro escalerillas» (Serrano Vargas, 2006). La techumbre de la cámara baja de dos torres [Elemento constructivo (EC)16 y EC18] era de madera, lo mismo que las puertas de los accesos (en el inventario mencionado del año 1812) y el andamiaje para la construcción de muros y torres.

ALJIBE: El aljibe pertenece a la fase de ocupación y construcción más antigua de la fortaleza (datado aproximadamente del siglo XIV), situado en el Patio de Armas, con muros de tapial y cámara subterránea de grandes dimensiones.

SEGUNDA FASE DEL SIGLO XV. La segunda fase de ocupación del castillo se realiza en tiempos de los Reyes Católicos (a partir de 1492), según los papeles de Mayordomazgo, (Collantes de Terán Delorme, 1972, pp. 73,78 y 82), aunque parece que en 1494 estas labores todavía no se habían hecho (Carriazo, 2006). En el proceso de recuperación de nombramientos de alcaides en sus castillos, los Reyes Católicos deciden entregar la tenencia del castillo a Luis Portocarrero, señor de Palma del Río; hecho al que el concejo de Sevilla se resistió hasta el año 1498, debido a que el mismo personaje había recibido el señorío de Almenara (Peñaflor) (Nieto, 2004, pp. 106-108). La labor consistió en la construcción de una plataforma de mortero (EC 07, véase Fig.8 insertada a la galería fotográfica) adosada a la muralla y excavado por debajo de su cota en uno de los quiebros de muralla y en un punto donde había un cambio topográfico muy brusco en el sustrato rocoso. Esta plataforma de 9,30 x 7,20 m era la base de una torre de madera, de la que como única evidencia se conservan once agujeros de postes.

La datación de estas estructuras en la fase II es posible gracias al hallazgo de estratos y materiales arqueológicos que se han podido fechar en la segunda mitad del siglo XV (Lafuente, 2006). Como curiosidad, la torre de madera [véase fig. 10 insertada a la galería fotográfica] es hasta ahora un caso único en España y sólo se han encontrado paralelos en Alemania.

Desde este edificio se dominaba el arroyo de la Villa y la zona de huertas, el acceso de Sevilla, y desde este punto en días claros se puede ver Sevilla, Carmona y Lora del Río con total nitidez. Esta torre de madera podría servir como un lugar de estancia.

Otra estructura que puede que fuera construida en este momento fue el muro de cierre (EC21) entre el recodo de la puerta principal (EC 22), el aljibe (EC20) y la Torre del Homenaje (EC 01). El objetivo de este muro era el de proteger el acceso al aljibe desde el exterior.

LA FASE MODERNA (SIGLOS XVII-XVIII). La excavación arqueológica y el estudio paramental confirman que las estructuras no son medievales, concretamente el muro diafragma (EC 23) y la cámara alta del aljibe (EC 20). Ambos edificios están hechos en tapial, aunque la cámara del aljibe tiene una calidad de tapial muy superior a la anterior. Este muro diafragma acotaba un pequeño recinto, que llamamos “alcazarejo”, en el que había construcciones adosadas, distribuidas en dos plantas. No obstante, este edificio debía estar derruido o fue demolido en la época francesa, para instalar aquí una plataforma circular destinada a un cañón.

La cámara alta del aljibe es un edificio complejo, dividido en dos plantas. La planta baja, estaba ligada a la función de captar y filtrar el agua para el aljibe, en ella se encuentran cuatro lumbreras y se conservan dos bocas de abducción en el flanco oeste y otras tres bocas de abducción en el flanco sur y tres aliviaderos en el flanco norte. La planta baja llega hasta la altura máxima de todos estos orificios. El agua de lluvia que era recogida en esta planta llegaba al aljibe a través de cuatro agujeros circulares horadados en las bóvedas del mismo.

La segunda planta de la cámara alta del aljibe ha dejado como huella los mechinales circulares enfrentados en los muros norte y sur del aljibe, además de la existencia de una escalera apenas perceptible y, la evidencia de algunos puntos de mortero por encima de los mechinales.

La planta alta, de la que se conservan sólo las paredes maestras, contaban con distintos departamentos descritos en el inventario de la fortaleza de 1812. En él se habla del “Quarto de los Argives (la planta baja) una pieza donde se halla el horno y la ensima de estas una habitación para oficiales (la planta alta).

Cuando se construyó la cámara alta del aljibe, se excavó hasta encontrar la cámara baja. En el momento en que la cámara alta fue construida, debía haber subido bastante la cota del Patio de Armas, ya que los orificios de la planta baja se encuentran prácticamente en la cota actual del terreno. La estratigrafía correspondiente a ese aumento de cota histórico resultó destruida por excavaciones furtivas durante la primera mitad del siglo XX, siendo sustituida por la deposición artificial de un relleno datado en la segunda mitad del mismo siglo por materiales arqueológicos y basura (Henares, 2006).

LA FASE CONTEMPORÁNEA, O “FASE DE LOS FRANCESES” (1810-1812). La ocupación francesa de Constantina duró dos años y se hicieron numerosas obras en la que estuvieron trabajando más de cien hombres del lugar. En ella se puede comprobar reparación sistemática de la camisa, se habilitaron varias plataformas para cañones, como fue el caso de las torres desmochadas y consolidadas en esta época (EC 10, 12 y 14), tal y como sabemos por el inventario de 1812.

En un reconocimiento que se hace de la fortaleza al día siguiente de la salida de los franceses, en agosto de 1812, se hace una descripción muy precisa de las obras efectuadas y del estado en que quedó:

«[…]tiene poca consistencia por la mala mezcla que usaron para ello y se reduce su fortificación a una muralla que le circunda formando un polígono aproximadamente regular de veinte metros de lado sin baluarte alguno y si con 6 cañoneras en toda ella y banqueta en muchas partes. Por la parte interior se halla la principal (¿) en la que estan tres almenas y con casi paralelamente a la anterior para cerrar espacios. En ella a más de las tres almenas hay otros tres baluartes circulares, cada uno con tres cañoneras, pero capaz de un solo cañón.

En seguida de esto en la parte hacia el pueblo, hay construidas cuatro cuadras para la guarnición. Hay a más en el cuarto del algibe, una pieza donde se halla el horreo y encima de este una habitación para oficiales, con otras dos donde tienen las máquinas de tahona, esas con las cuadras, tienen tejados… sin embargo que esta edificación están comprendidas en el espacio que cierra dicha muralla, tiene este además una plaza de armas. El objeto de este fuerte es solo el de amenazar y contener al pueblo, porque hacia él tiene la mayor parte de sus fuegos y fortificación». [Serrano Vargas, A, y Álvarez Pizarro, José A.: “Constantina a Principios del siglo XIX (1800-1820)”, La reconstrucción del castillo, 1995, pp112-114].

Otra actuación de estos años fue la de habilitar edificios para la tropa. Se trataba de las dependencias destinadas a letrina, adosadas a uno de los flancos del EC 23, con fachada y acceso por el Patio de Armas y con fondo en la cara intramuros de la cortina EC06.

Otros edificios conocidos a través de la prospección geofísica y a la descripción del inventario son los adosados al flanco sur de la cámara alta del aljibe y al muro diafragma.

En la cara externa del flanco meridional del aljibe se conservan numerosos mechinales, hasta tres filas, que deben corresponder a dos edificios sucesivos adosados. Una cuestión importante, es que el pavimento de estos edificios estaba sobreelevado con respecto al nivel del suelo, ya que en este frente había tres de las cinco bocas de abducción del aljibe.

La puerta cegada en EC 23 debe corresponder a un punto de comunicación entre el “alcazarejo” y el nuevo edificio adosado.

La cota del Patio de Armas en época moderna y en la fase francesa prácticamente fue la misma. Vestigios de solería de ladrillo sitúan la cota de uso de las dependencias decimonónicas sobre los 619 m.s.n.m., como en la lectura paramental del flanco sur del aljibe.

La cámara alta del aljibe registra un período de abandono, que se traduce en fuertes pérdidas del tapial, hasta el punto de que las bocas de abducción del flanco oeste fueron completamente reconstruidas. El uso de ladrillos 28 x 28 en esta reparación junto con el aparejo de los rellenos, nos permite datar esta consolidación en la fase francesa.

Aspectos culturales y etnográficos

En el verano de 2014, varios voluntarios limpiaron el interior del aljibe durante varios días. Aquella labor fue recogida a modo de crónica por el equipo de redacción de la revista cultural “Gertrudis Gómez de Avellaneda” de Constantina en el verano de 2015:

“Tras la inauguración de las obras de reconstrucción de la Torre del Homenaje a finales de mayo de 2014, resultado de una brillante gestión municipal, nuestro Ayuntamiento organizó durante todo el verano visitas guiadas que contaron con una gran aceptación del público. Los visitantes pudimos comprobar que el aljibe tenía una reducida cantidad de agua, debido a lo seca que fue aquella primavera y a su uso para la obra recién terminada. Pero además se apreciaba una gran acumulación de suciedad ya que no se había hecho una limpieza a fondo del depósito desde hace muchos años. No nos consta ninguna que esté documentada, desde la que se realizó en 1916, en que se sacaron entre otros objetos 5 toneladas de hierro de las balas de cañón que habían abandonado allí las tropas francesas al evacuar la fortaleza a finales de agosto de 1812.

Esta situación nos sugirió a varias personas interesadas en el monumento la posibilidad de realizar la limpieza del aljibe antes de que empezara la nueva temporada de lluvias en septiembre. Presentamos esta iniciativa al Ayuntamiento local, a través del Concejal de Urbanismo, Manuel de Miguel Mejías, y de ese modo pudimos contar con la autorización que era precisa y con la inestimable colaboración municipal, sin la cual hubiera sido imposible la labor que nos planteábamos llevar a cabo.

Iniciamos las tareas de retirada de agua, escombros y lodo el jueves 28 de agosto y continuamos el sábado y domingo siguientes, siempre en jornadas de mañana (Fotos 5 y 6). Intervinimos en la limpieza siete personas relacionadas con la Asociación Cultural Gertrudis Gómez de Avellaneda y un empleado municipal que nos ayudó en determinados momentos del proceso.

Ante la posibilidad de lluvias inminentes, nos dimos cuenta de que era necesario proteger de forma provisional los brocales destruidos del aljibe para evitar que de nuevo el agua arrastrase barro y suciedad haciendo inútil nuestro esfuerzo. Así lo solicitamos al Concejal Sr. De Miguel, que accedió a ello y en pocos días dos trabajadores realizaron esta tarea que evitó el peligro que temíamos.

El cuarto día de trabajo fue el domingo siguiente, dia siete de septiembre. Con los medios que teníamos barrimos todo el barro que había pegado en la solería y pudimos hallar dos depósitos semiesféricos de barro cocido que están encastrados en el suelo del aljibe, uno en cada una de las naves. Ambos lebrillos quedaron perfectamente limpios.

Durante esos días hubo muchas personas interesadas que subieron a ver cómo iban las cosas, algunas de las cuales entraron en el aljibe y pudieron comprobar el buen estado en el que se conserva este recinto que puede tener más de seiscientos años (Fotos 7 y 8).

Aún nos parecía que podríamos hacer un último esfuerzo antes de que las lluvias nos impidieran penetrar en el aljibe. En este caso necesitábamos agua para baldear el suelo y la parte baja de las paredes y los pilares. La última jornada de limpieza la hicimos el domingo, 21 de septiembre. En el aljibe había empezado ya a recuperar el agua (había unos 26 cm de profundidad). Esta agua nos facilitó la limpieza a fondo con la que dimos por terminada la tarea que nos habíamos propuesto un mes antes.

A lo largo de las jornadas de limpieza extrajimos un volumen de escombros equivalente a una cuba de camión. Buena parte del mismo lo constituían piedras y ladrillos de la propia fortaleza, material que quedó depositado en el alcazarejo, disponible para realizar futuras reposiciones en las murallas del propio monumento. El resto se retiró de una cuba pequeña y se depositó en el exterior de la muralla. Se trataba de barro, restos de palos y maderas, hierros inservibles y modernos, botellas de plástico y botellas de cristal con varios objetos de uso común sin mayor interés.

Nota: La crónica refiere a cuando Juan Fernández, que siempre fue el guarda del castillo, nos la ofrecía para satisfacer la sed que nos producían nuestros juegos en la plazoleta del castillo, especialmente, los partidos de fútbol que allí podíamos disfrutar.

Si no se saca el agua del aljibe este permanece lleno a la altura de los primeros escalones del acceso (FOTO 4) con unos dos metros de profundidad. Nos decía hace unos años Antonio Mayo, que fue maestro de obras del Ayuntamiento durante cerca de medio siglo, que el aljibe nunca se había secado, según lo que él había observado, y, según lo que le habían contado los más ancianos.

Sobre el ritmo de acumulación de agua en el aljibe hemos realizado varias observaciones en relación con los datos pluviométricos con que contamos. Tras vaciarlo el 28 de agosto pasado, no se acumuló agua hasta el jueves, día 18 de septiembre. El domingo siguiente, día 21, medimos que el agua alcanzaba los 26 cm de profundidad. Tras volver a vaciar el agua ese día, comenzó a llover suavemente y al retirarnos, sobre las 12:30 de la mañana, había agua sobre algunas zonas del suelo. El día 1 de octubre, miércoles, había unos 10 cm recogidos en el aljibe; el lunes, día 13 de octubre alcanzaba los 50 cm y el domingo, 18, los 80 aproximadamente. Es evidente que hay una correlación entre la cantidad de precipitaciones y el agua que va quedando depositada en el aljibe del castillo. Es difícil sacar conclusiones rigurosas a partir de las observaciones que hemos realizado, pero cabe deducir varias cosas: tas la sequía estival propia de nuestro clima, las primeras lluvias de septiembre tardan en acumularse en los acuíferos, porque la capacidad de absorción del suelo es muy fuerte y hay una escorrentía reducida.

Cuando el suelo queda empapado de agua los acuíferos empiezan a cargarse de agua y esta empieza a notarse en las redes fluviales. En los datos vemos que en esas primeras fechas de la temporada de agua tienen que caer más de 3,5 l/m2para que se acumule un centímetro de agua en el aljibe. Cuando la temporada avanza esta proporción se va reduciendo. Las cifras son claras, 2,62 l/m2 en la primera mitad de octubre y sólo 0,85 l/m2 en la segunda.

En octubre de 2014, el Ayuntamiento de Constantina agradecía su trabajo al grupo de vecinos que, desinteresadamente, llevaron a cabo una intensa campaña de limpieza en el interior del aljibe. “A últimos del mes de agosto, aprovechando el bajo nivel de agua que contenía y antes de que aparecieran las primeras lluvias, un grupo de personas, con respaldo municipal del Área de Urbanismo, pero por loable iniciativa particular, decidían vaciar y limpiar este singular y valioso espacio. La labor les llevó tres días.

Como curiosidad, el castillo de Constantina es uno de los pocos castillos en España que contaba con una torre de madera (yadesaparecida). “Por tanto, nos encontramos con una obra que podemos calificar de modesta por su cuantía y de rápida ejecución por los materiales constructivos empleados (tapia calicastrada y madera con tapial o tapia entramada34), que sin embargo ofrecía un enclave perfecto para divisar la Vega del río Guadalquivir, las grandes ciudades de Sevilla y Carmona y el curso del río de la Villa, las huertas, los molinos y la iglesia de la Yedra, éstos últimos emplazados en el área periurbana de Constantina.

El hecho de que los Reyes Católicos eligieran a Constantina para despedir a su hija no deja de ser significativo para esta población y también para su castillo. Este lugar debía ser el más poblado y más importante de la Sierra Norte de Sevilla en las etapas andalusí y cristiana bajomedieval. La razón hay que buscarla en sus recursos naturales entre los que habría que citar los bosques (robledales y castañares), la mina de Hierro (en el Cerro del Hierro), la cantera de mármol blanco, las viñas y las huertas. A modo de ejemplo, el cronista Andrés Bernáldez menciona la importancia de Constantina en el abastecimiento de madera para la guerra de Granada con las siguientes palabras:

E fizo facer (…) muy gran artillería e muchas gruesas lombardas, e labrar en esta Andalucía muchas piedras para ellas, e en la sierra de Costantina muy mucha madera para la dicha artillería”. (432: 2009, Valor Piechotta, M.)

Otra información

La autora de la presente ficha de recopilación histórica desea expresar su agradecimiento a Matilde Rueda Jiménez, concejal de Turismo; a Natalia Espínola Naranjo, concejal de Cultura; a Antonio Serrano Vargas, historiador local; al Excmo. Ayuntamiento de Constantina, a los historiadores e investigadores que ayudaron a esclarecer los misterios de nuestra Historia y a los voluntarios que en su día realizaron tan importante labor de limpieza.

Bibliografía:
- VALOR PIECHOTTA, M., ÁVILA ÁLVAREZ, A., “De la investigación a la difusión: el castillo de Constantina (Sevilla)”, Huelva, 2009.
- VALOR PIECHOTTA, M., “La torre de madera del castillo de Constantina”, Universidad de Sevilla, 2009.
- VALOR, M., HENARES, Mª T., y LAFUENTE, P. (e.p.), “La Actividad Arqueológica Puntual ‘Castillo de Constantina’ (Sevilla), Anuario Arqueológico de Andalucía, 2006.
-VALOR PIECHOTA, M., Coord., “Historia y arqueología de la Constantina Medieval”. Editorial Universidad de Sevilla, 2011.
- “El aljibe del castillo de Constantina”. Equipo de Redacción de la Revista de verano de la Asociación Cultural Gertrudis Gómez de Avellaneda, pp. 61-64, Constantina, 2015.
- SERRANO VARGAS, A., ÁLVAREZ PIZARRO, José A., “Constantina a principios del siglo XIX (1800-1820)”. Cap. La reconstrucción del castillo, 1995, pp.112-114.
- Web del Excmo. Ayuntamiento de Constantina (Sevilla). Noticia 10/10/2004. Fotos 7 y 8 de la galería fotográfica de la ficha CTF.

Nombre del autor/es y fecha de la ficha

A. Márquez Pascual
24-11-2023

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